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Max, Daisy y Lucia hacen lo posible para espantar a los clientes interesados en la casa de Max. Se disfrazan de ladrones, escuchan música a todo volúmen e intentan subir el precio de la casa, pero fracasan. La casa se vende y Max se muda a otro barrio.
Max y Daisy intentan llevar una relación a distancia, pero todo se complica cuando los nuevos vecinos de Daisy se entrometen. Max se decepciona de su familia por lo que sucedió con Vicente y decide irse. Max le pide asilo a Daisy.
Max crea un plan junto a Daisy para sacar a los nuevos vecinos y así convencer a la familia de Max de mudarse allí. Después de tantos intentos finalmente los vecinos se van y Catalina decide comprar la casa para vivir junto a los O’Brien.
Mirco se vuelve exitoso en su banda y Max siente celos de que Daisy siempre está con él. Debido a tantas discusiones entre ellos dos por Daisy terminan peleándose. Max finalmente cede y respeta la decisión de Daisy de seguir con la banda.
Un vampiro francés llega a la casa de los O’Brien provocándole celos a Max ya que Daisy tendría que hacerle compañía. Max cree que Daisy lo está engañando por lo que habla con Pierre para confirmar sus mentiras, pero resultan siendo muy amigos.
