Muy, muy lejano
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La familia visita la Villa de Santa en el círculo ártico, donde una duende entrega a Aitana otra carta, con una invitación muy especial a la casa de Santa. Alessandra despierta los celos de Eugenio y Vadhir comienza la búsqueda de una novia finlandesa.
La familia visita un hotel de hielo y da un paseo en trineos halados por huskys, una experiencia tan maravillosa como apestosa. Tras un año difícil, Eugenio decide terminar el día con una sorpresa para Alessandra: un cálido mensaje en un lugar frío.
Aitana recibe la tercera carta de Santa con las instrucciones para llegar a su casa. La familia sigue la estrella polar hacia este fantástico hogar. Con el viaje a punto de terminar, Vadhir propone una escapada a Estonia para encontrar al amor de su vida.
La familia disfruta de una rica comida medieval, donde José Eduardo decide probar de todo, para después pagar el castigo de debe. Vadhir hace una posible conexión romántica. Eugenio tiene una idea perfecta para cerrar el viaje de la mano de Aitana.